En 1870, la sencilla villa de Nueva Friburgo, región serrana de Río de Janeiro, recibe las vías del tren. Fue un gran incentivo para el desarrollo de la ciudad. A partir de ese momento la locomotora cambiaba la historia de la región.
El tren partía diariamente, de mañana, de la Estación de Niteroi. Después de algunas paradas chegaba en Cachoeiras de Macacu. De allí los pasajeros ingresaban en otra locomotora más apropiada a la geografía de la sierra. Comenzaba ahí la subida a la majestuosa sierra de Nueva Friburgo!
El desafío para la creación de la identidad visual de este refresco fue traer para los tiempos actuales una marca de Nueva Friburgo. Queríamos el Guaraná Friburgo asociado a un símbolo de la memoria de la ciudad. Entonces elegimos la locomotora, que es parte de la memoria historica y afectiva de la población local.
Con estilo vintage, a la imagen está apoyada en detalles arquitectónicos típicos de la ciudad. Completam el conjunto gráfico medallas representativas del municipio, de Brasil y de Suiza. La identidad visual transmite nobleza, tradición y sofisticación.
La locomotora también evoca la nostalgia de otros tiempos. El mundo actual, altamente tecnológico, tiende a idealizar algunos valores pasados. Mismo las actuales generaciones idealizan una época más tranquila y romántica.
Así, la identidad visual para bebida deja de ser un simple identificador del producto. Pasa a funcionar como símbolo que alcanza otros significados importantes.
Consideramos también la universalidad de la marca. La imagen del tren remonta a más de docientos años. En Brasil, la primera locomotora a vapor circuló en Petrópolis, también en Río de Janeiro, en 1854.
De esta forma, llegamos a un resultado estético y simbólico altamente favorable para el producto.
La línea está compuesta por latas de 350ml, así como por botellas de vidrio de 300ml y de 600ml.
